La primera vez que vi los lunares del albariño Paco & Lola me desconcertó semejante contradicción. La modernísima botella metálica del iWine me dejó atónita. También me inquietaron bastante los trillizos de Alma Atlántica: Mara, Anxo y Alba Martín. Una de las últimas en sorprenderme fue Marieta, el primer albariño semiseco, elaborado por Martín Codax. Es imposible no detenerse ante esa botella tan bonita.
Éstas y otras muchas etiquetas de vinos gallegos son diseñadas por el Estudio de Marta Lojo. Desde que montaron su empresa en Cambados hace una década, Marta y Kike López, ya han diseñado la imagen de más de un millar de marcas de vino. Entre sus clientes también se encuentran bodegas nacionales como Julián
Chivite, Rafael Palacios o Carlos Plaza e internacionales como Direct
Wines, Latin Wines o Mack &
Schühle.
En el caso del albariño Paco y Lola se buscaba abrir mercado en países asiáticos como China, asociando su imagen a la de un vino español, de ahí el vestido de lunares. El licor de frambuesa luce como si de un perfume se tratara.
Para Marieta se perseguía "un diseño
personalizado, fresco y desenfadado como el vino, destinado a
consumidores jóvenes y primerizos". La fermentación alcohólica se interrumpe antes de su finalización
mediante el empleo de frío, de manera que Marieta contiene 14gr/litro de
azúcar residual que lo convierten en el primer semi-seco de las Rías
Baixas.
Alma Atlántica: Mara es un godello de Monterrei. Alba es un albariño 100% de Rías Baixas y Anxo, una mezcla de albariño, caiño blanco y loureira de la zona de O Rosal.
Nordés Gin, el diseño de Marta Lojo para la destiladora Atlantic Galician Spirits. "Gin fora dos límites da clasificación tradicional, de carácter libre, rebelde, Atlántico. Destilado lento e sosegado de uva albariña, que matizamos con botánicos silvestres tradicionais galegos". En disquecool nos aclaran el tema.
Si desea ver más interesantes etiquetas cocinadas en el Estudio de Marta Lojo pinche aquí.
Está claro que la mercadotecnia es un arma muy poderosa. En singulares magazine podemos conocer otros vinos "que se beben con lo ojos", como es el caso de Les Cousins, una pequeña bodega familiar de la zona del Priorat. Su autor, Joan Negrescolor, "enfatiza el carácter despreocupado que los primos querían dar a su creación".
Está claro que la mercadotecnia es un arma muy poderosa. En singulares magazine podemos conocer otros vinos "que se beben con lo ojos", como es el caso de Les Cousins, una pequeña bodega familiar de la zona del Priorat. Su autor, Joan Negrescolor, "enfatiza el carácter despreocupado que los primos querían dar a su creación".
Si se quedaron con ganas de más, en THECOOLIST pueden disfrutar de 30 Brillant Wine Packaging Desings. Uno de estos diseños es el de esta botella que, a medida que desciende su nivel de vino, nos indica cuán happy nos encontramos.
Para los yonkis del diseño del wine packaging existe este enlace que seguro saciará sus ansias: 1designperday
Está claro, las cosas primero entran por los ojos y los pequeños detalles marcan la diferencia.
ResponderEliminarBruno
La botella medidora de happiness es lo más
ResponderEliminarParece que a las botellas de vino les pasa como a las personas: con un buen traje y algo de colorete, triunfan fijo. Luego hay que cumplir en las distancias cortas, pero eso ya es otra historia.
ResponderEliminarPersonalmente, mi sangre campesina me lleva a recelar un poco de lo excesivamente diseñado; entre los de mi estirpe, es habitual la creencia de que lo bueno al paladar no tiene por qué agradar a la pupila. Dicho lo cual, el branding de una bodega me parece uno de los asuntos más delicados a abordar, pues dice mucho de cuál es la "filosofía" con la que operan y la gama de reminiscencias y ensoñaciones con las que quieren colorear las papilas gustativas. De nuevo campesino en este punto, me gustan los diseños muy clásicos e incluso rústicos, quizás porque el mundo del vino me hace pensar en una utopía de valores antiguos, apego a la tierra, los colores del otoño y, en fín, todo lo opuesto a las opulencias de la modernidad urbana y su diseño gráfico. Enhorabuena por el blog, y esperamos ansiosos un "Entre vinos" sobre la Ribeira Sacra. Hasta pronto!!!
ResponderEliminarMuchas gracias por su comentario. La verdad es que el tema de la imagen en los vinos es muy interesante. Yo, personalmente, también prefiero etiquetas más sutiles y entrañables que hablen un poco más del terruño, de la planta y del viticultor. Cuando se conoce el esfuerzo y la dedicación que hay detrás de un vino artesano, la etiqueta pasa a un segundo plano; lo que uno recuerda es el lugar y, sobre todo, a la familia de viticultores que lo elaboran. Sin embargo, yo creo, hay otros vinos que lo tienen más difícil para ser identificados. Detrás de etiquetas llamativas y de toque urbano suelen encontrarse grandes cooperativas, con cientos de socios viticultores, y millones de litros de vino en su bodega. Lo último para diferenciarse en el mercado, según me contaron, es diseñar la etiqueta y la botella al gusto del consumidor: diferenciarse llamando la atención. Yo recelo mucho de estos vinos, pero reconozco que abrir mercado en China sólo por unos lunares tiene mucho mérito. Esa idea tan simple está haciendo grande a una cooperativa que tenía muy difícil destacar su albariño, que por otro lado está muy bien, entre miles de blancos en el mundo. En definitiva, que cada estilo de vino tiene su público y, yo al menos, hay pocos que no aprecie.
EliminarLa zona de Ribeira Sacra es muy interesante así que, no se preocupe, que en breve habrá un entrada especial.